Convivencia en Cuacos de Yuste
Los días 21 al 23 de mayo de 2019 hemos tenido la suerte de participar 21 alumnos y 7 adultos en una excursión y convivencia al Centro de Educación Ambiental (C.E.A.) de Cuacos de Yuste (Cáceres).
Llegamos al colegio sin la mochila habitual, con nuestras maletas bien preparadas y mucha ilusión. Nos despedimos de los compañeros y tomamos nuestro autobús para Cuacos.
En Cuacos nos instalamos en las habitaciones compartidas del albergue y aprovechamos para dar un paseo por la finca donde hemos pasado estos maravillosos días.
Tras la comida y un tiempo libre y de convivencia tuvimos la suerte de vivenciar el “Sendero de los sentidos” guiados por monitores del CEA. No os voy a contar en qué consistió porque merece la pena hacerlo y no se puede contar en unas cuantas palabras. Cuando nos lo presentaron nos parecía que era una broma y nos iban a tomar el pelo pero hay que hacerlo porque se lo tienen muy currado.
Al terminar, merienda y descanso. Luego nos dividimos en dos grupos y participamos en un juego de orientación.
Ducha, cena y, en asamblea, decidimos repetir el sendero de los sentidos pero en plan de marcha nocturna para tener la experiencia de la noche en la naturaleza con sus aromas, sonidos, contemplación de las estrellas... Me impresionó cómo nos ayudamos, la colaboración entre todo el grupo y el respeto a la naturaleza y a la actividad en sí misma.
Tras la marcha nocturna algunos nos retiramos a descansar mientras algunos contaban historias y jugaban.
Aseo, desayuno y taller con las monitoras del C.E.A.: “Ecoitinerario interpretativo por el entorno”, descanso, reponer fuerzas y un taller en las instalaciones del albergue “Huellas, rastros y señales en la naturaleza”.
Comida, tiempo libre y marcha hasta el pueblo de Cuacos para realizar una gymkana por equipos, comprar un recuerdo para la familia y reirnos juntos en la plaza del pueblo mientras jugábamos con el agua de la fuente.
Regreso al albergue, con visita al cementerio alemán, ducha y cena.
Juegos, karaoke e historias con pruebas.
Aseo, desayuno, preparación de equipajes y visita al Monasterio.
Autobús y llegada al colegio para comer y regresar en el transporte.
La comida, el entorno, las instalaciones y el personal del CEA: ¡OK!
Nos ha encantado la experiencia, nos hemos quedado con ganas de volver a repetir el próximo curso. El ambiente entre nosotros ha sido estupendo, el enclave del albergue es extraordinario. Las actividades realizadas han sido geniales. Nos hemos sentido en familia, como en el colegio pero disfrutando cada instante de los tres días con sus noches de una experiencia de armonía entre nosotros y con la naturaleza.
¿Cuándo volvemos?
Podéis ver las fotos de cada día en los enlaces que aparecen en cada título en color azul.
Fdo.: José Luis Serrano
