Qué hacemos

Jornada de convivencia con familias: "Nos conocemos"

Dom, 22/10/2017

"Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas"

Una luminosa y soleada mañana del domingo 22 de Octubre pasado, el Colegio Bios se encontraba preparado para acoger una tradicional Convivencia de Familias del centro.

A dicho acto, fueron convocadas todas las familias relacionadas con el centro, y entre ellas la mía propia, como padres de una niña recién incorporada al Centro. Y así, llenos de incertidumbres y dudas, acudimos al Centro Escolar, desconocedores del desarrollo del acto.

Sin embargo, fue traspasar la puerta del Centro, cuando todas las inquietudes se disiparon, siendo inmediatamente recibidos, de forma cordial y afectuosa, por alguno de sus profesores que rápidamente nos animaron a integrarnos en su preparación y hasta a ensayar algunas de las pruebas que posteriormente se realizarían.

Pasados unos minutos, fuimos todos emplazados al centro del magnifico polideportivo con el que cuenta el Centro  donde el profesor del E. Física ejerció de maestro de ceremonias. Invitando a tres de las chicas allí presentes a capitanear sendos equipos, que fueron componiendo con los miembros que alternativamente iban eligiendo, de entre los presentes que no formarán parte de su familia. Potenciando así la integración de todos y obligando a los participantes a abrirse al grupo y, a la misma vez, sirviendo de presentación de todos los asistentes, que estaban formados por: alumnos del centro y sus familias, por ex alumnos y sus familias, así como por profesores y personal  del centro y sus familias.

La primera misión que se encomendó a cada uno de los grupos fue la de elegir un “nombre de guerra”, lo que ya de inicio obligó a hacer piña y consensuar, reforzando la unión del mismo.

Siendo la regla básica de los juegos y actividades que posteriormente se plantearían, el que no existieran vencedores, ni vencidos y que –dentro de cada grupo- se ayudáran los unos a los otros.

Así comenzaron  una serie de actividades, en las que participaron todos y cada uno de los miembros del grupo y en las que se desarrollaron multitud de pruebas,  como lanzamiento de tapones con paracaídas, carreras de ruedas, desplazamiento sobre ladrillos, esquís colaborativos conducidos por dos o tres personas simultáneamente, y muchas otras, que pusieron a prueba las destrezas, habilidades y fondo físico, y que supusieron una descarga de adrenalina, especialmente, la particular capea que nos ofrecieron con la irrupción en el polideportivo de un bravo y encastado toro de cartón piedra, que obligo a los asistentes a correr para eludir sus embestidas e  hizo las delicias de grandes y pequeños.

En estas pruebas, se puso de manifiesto que, los que presumiblemente gozaban de  menos capacidades, en determinadas actividades tenían más habilidad y destreza que otros de los que podrían considerarse con mayores capacidades.  Pudiendo ver como, en muchas ocasiones, eran alumnos del centro los que complementaban y ayudaban la torpeza de madres, padres y profesores.  Y, por el contrario, en otras pruebas, era la ayuda de éstos últimos el pilar fundamental que llevaba a superar la actividad.

Haciendo bueno el aserto de  la Madre Teresa de Calcuta con la que se da  titulo a éstas palabras, y que dijo :“Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”

Ello evidenció, bien a las claras, el poder de colaboración entre todos los miembros del grupo que actuaban como efecto multiplicador y potenciaban los resultados de las individualidades. De forma tal que, lo que de forma individual muchos no hubieran sido capaces de conseguir,  resultaba sumamente fácil dentro del grupo. Allí todos eran iguales: hombre o mujeres, altos o bajos, con más capacidad o con menos capacidad, profesores o alumnos, padres o hermanos; el resultado era la suma de todos.

Y, además de ello, estas actividades provocaron el que, sin tan siquiera ser conscientes de ello, se alcanzara  otro claro resultado, que fue la plena integración y conexión de los miembros del grupo que, de forma constante le obligaba colaborar con otros compañeros y, a la vez, requerir su ayuda.  Además de la interactuación con el resto de grupos, con los que no existía competencia ni rivalidad alguna, más allá del plano puramente lúdico y de divertimento.

El fin de éstas actividades hizo merecedores a los participes del almuerzo que posteriormente se llevó a cabo.

Almuerzo común de todos los participantes en la jornada, que se desarrollo en el comedor del colegio, sirvió de merecido descanso, y donde todas las familias degustaron y compartieron la comida que prepararon para la ocasión.

Sirviendo de momento de intercambio de opiniones, de conversación y de asueto.  Y que culminó con el asado y degustado de ricas castañas de nuestra zona.

Transcurrido esto, y como acto final, tomo la batuta otro de los profesores del centro que, en el Salón de Actos, tenía preparado un juego de preguntas, basadas en proyecciones sobre Europa -por ser esta la temática  escogido por el Colegio en éste año, y en el que incide la educación de los alumnos-. Estas proyecciones, imágenes y preguntas, sirvió para dar a conocer determinadas costumbres, monumentos, situaciones y hasta instrumentos musicales que no resultan cotidianos.

Para tal actividad, fueron formados dos nuevos grupos, en los cuales participaron todos y cada uno de los asistentes, y en los que adquirieron un papel protagonista las chicas y chicos del centro, que fueron los encargados de lanzar el dado de la suerte que determinaba el tipo de pregunta, así como los portavoces de ofrecer a viva voz las respuestas de su grupo (y algunas veces hasta las del contrario), para gran regocijo suyo y de sus miembros. Como era de esperar, el concurso termino en tablas, con un empate técnico, al haber acertado ambos grupos todas las respuestas. Dando por concluida la jornada.

El hecho de no mencionar a personas concretas en el presente artículo, no es fruto de la desconsideración, ni de descortesía, sino precisamente porque,  enfatizando la lección aprendida en esta Jornada, considero de orden prescindir del individualismo y enfatizar el esfuerzo del grupo y la importancia de la colaboración. Y quiero hacer un reconocimiento y agradecer generalizado a todos y cada uno de los organizadores (profesores, órganos directivos y personal del colegio) y a los alumnos y familias asistentes al acto, que sabiendo haber sumado sus individualidades, han hecho posible, con su contribución y participación, un bonita jornada de convivencia.

Para concluir, y siendo Europa la temática de éste curso escolar, no puedo dejar de hacer alusión al mismo, sobre la premisa de que la Unión Europea también se formó como una unión de individualidades -a la sazón de países-, que con el fin de caminar juntos ceden parte de su soberanía para un objetivo común, en clara contraposición con los principios secesionistas y nacionalistas que ahora se encuentran en convulsa actualidad y que caminan en sentido opuesto.

Unión Europea que –al igual que hicimos los participantes de la jornada- tiene por objetivo sumar voluntades y aprovechas las sinergias y la colaboración de unos y otros Estados y potenciar sus individualidades en aras a conseguir determinados objetivos concretos, entre los que me permito citar uno de los que recoge el Tratado de la Unión Europea, que  dice:

“La unión combatirá la exclusión social y la discriminación y fomentará la justicia y la protección sociales, la igualdad entre mujeres y hombres, la solidaridad entre las generaciones y la protección de los derechos del niño. “

Esta es la humilde visión y conclusiones, de un padre nuevo en el “cole” que quiere terminar animando a cuantas familias y personas estén relacionadas con el centro, a participar en jornadas como ésta, que además de constituir un agradable día, acompañado de personas entregadas y empáticas,  dan otras perspectiva a diversas cuestiones de la vida.

Si quieres ver las Fotos de esta jornada haz clic en este enlace

Fdo: Ángel de Miguel Pinero