Marina d'Or 2017. Quinto día
Jueves, 8 de Junio de 2017. Comienza la mañana con un sentimiento del último día de playa, la idea es disfrutar al máximo de este Marina d’Or, de su Mediterráneo, de la piscina y de todos los etcéteras que trae consigo este viaje estupendo.
Pues como en los artículos anteriores hablamos del desayuno reconfortante que nos metemos entre pecho y espalda los componentes de esta excursión, cada uno a su manera y su gusto, pero resulta muy estimulante ver las caras de los chicos y chicas comiéndose su churrito con chocolate, sus tostadas, su fruta o sus mini donut , en resumen que el desayuno es el primer punto de encuentro mañanero, la primera toma de contacto del día y donde vamos marcando los pasos a seguir durante la jornada. El trazado de hoy era muy sencillo, mañana de playa, tarde de compras y maleta, noche de espectáculo, baile y despedida.
La primera parada a la playa no nos ha salido demasiado bien, llégabamos con la ilusión de encontrarnos la silla anfibia para Fran arreglada, total si era un tornillito de nada y se habían comprometido a arreglarla, pero “nuestro gozo en un pozo” el discurso de hoy ha sido “ a lo largo de la mañana se arreglará la silla, no obstante hay bandera amarilla y no tenemos la obligación de estar con el chico”, total que el pobre Fran no ha podido bañarse en el mar ni un poquito por culpa de un tornillo perdido y es una pena, que se va repitiendo en distintos momentos y lugares, pero al final es siempre lo mismo, el más necesitado de apoyo y ayuda, se queda sin tener las mejores experiencias por un tornillo, el mal funcionamiento de una silla, o el olvido de un buen manteniento.
Como los del Bios siempre buscamos una parte positiva y aunque teníamos bandera amarilla, nos hemos puesto a divertirnos en la arena y a tomar el sol, aprovechando la playa al máximo, lo hemos pasado pipa enterrando a Mario, haciendo castillos y charlando sobre lo bueno de estas vacaciones con los compañeros.
Hacia la una del mediodía hemos vuelto al hotel y se ha terminado la mañana en la piscina jugando y refrescándonos en los distintos recintos de piscinas que tiene el hotel.
La comida ha transcurrido como siempre, nosotros con mucho apetito, la conversación con armonía y comentando las vicisitudes de la mañana.
La tarde ha sido una mezcla de piscina, siesta, juegos en la climatizada, últimas compras y comenzar a llenar nuestra maleta para el viaje de vuelta.
Y queremos terminar esta crónica recreándonos en el final del día, en los momentos de la cena, del apurar la compañía y las experiencias vividas de las Bionenas, los Champions y las Mamichulis, de las lagrimillas que han saltado de los ojos, cuando en el espectáculo, nuestros chicos han subido al escenario a recibir un diploma que les ha otorgado esa animadora tan guay que se llama Silvia y el final apoteósico en la sala de baile, donde todos nuestros chicos han bailado con más ganas que nunca y donde se han emocionado al máximo y han comenzado a llorar por la llegada del final.
Mañana cogeremos el autobús y de vuelta a Talavera, pero nadie podrá quitarnos las emociones vividas en estos días tan maravillosos que hemos compartido este gran equipo que formamos los del Bios, gente con muchas ganas de vivir y disfrutar, aunque en el medio y por desgracia muy a menudo, nos falte un tornillo.
Firmado: Equipo de profes Bios.